Desde la primera vuelta, el primer pelotón formado por distintos clubes y equipos, estaban expectantes con lo que hacía el campeón del mundo, Patxi Peula, que lanzó varios ataques durante toda la carrera, que fueron contrarrestados perfectamente por el pelotón. Ser testigo de la pasión colectiva que estos patinadores compartían por el deporte fue realmente increíble, y cada atleta demostró un nivel inconfundible de determinación. A medida que avanzaba la carrera, los espectadores pudieron disfrutar de una variedad de estrategias intrigantes de los distintos equipos, dejando a todos llenos de emoción. Fue un evento inolvidable, que mostró lo mejor del patinaje de velocidad y resistencia.